La pintura es otra de las grandes manifestaciones del arte egipcio. La más notable es la pintura mural, aunque también nos encontramos la de los relieves y los bultos redondos.
Empleaban el muro para pintar. Le ponían una capa de yeso normalmente, para alisarlo. Después utilizaban pigmentos mezclados, clara de huevo y goma arábiga para conseguir pintura al temple. Realizaban sus pinturas al fresco, es decir, antes de que el muro se secara, cuando aun estaba fresco.
Pintaban dioses, faraones y sus vidas o escenas de la vida cotidiana, lo que nos muestra el profundo amor que Egipto siente por la naturaleza. Al principio, para delimitar el contorno con precisión de dichas pinturas, empleaban una línea de color y rellenaban el espacio que quedaba con un color plano y homogéneo. Existe una cierta preferencia por los colores cálidos: el rojo y el amarillo. No daban importancia al volumen de la figura y no era la profundidad lo que buscaban, sino jerarquización social, por lo tanto, la pintura es plana. Como en la escultura, el pintor egipcio coloca dos puntos de vista de la misma figura. Pitaban el torso de perfil y sin embargo los ojos los pintaban de frente.
Esta segunda pintura, pertenece también al Imperio Nuevo. Esta en la Tumba de Nakht-Tebas.
El Imperio Nuevo nos ofrece magníficas pinturas y bajorrelieves que decoran las tumbas y altos dignatarios de Tebas, Menfis y Ajnaton.
Las formas se van estilizando, aumenta la impresión de movimiento y la minuciosidad descriptiva en vestidos y peinados. A la vez los colores se han enriquecido y ya no existe el pigmento en una capa opaca plana, sino que las medias tintas crean gradaciones tonales suaves.
Los principales restos pictóricos los encontramos en la XVIII Dinastía , sobre todo en las tumbas de que abrieron en el Valle de los Reyes y de las Reinas.
Como las pinturas de la Tumba de Nakt que muestran figuras femeninas de ágil y suelto esbozo, estando toda la obra dotada de un importante dinamismo y movimiento. Otras escenas interesantes son las de caza y trabajo agrícola que se desarrollan en frisos.
Una de las pinturas mas interesantes son las de la Tumba de la Reina Nefertari, como he mostrado al principio, donde si nos fijamos, el colorido alcanza sus cotas mas altas.
Por lo tanto, la pintura mural, es además una manifestación artística de gran valor, teniendo en cuenta su carácter de documento Histórico valiosísimo que no permite conocer cómo pudo ser la vida cortesana en el Egipto del Imperio Nuevo.